En la noche, BRAZIL se inclinó 4 a 1 ante ARGENTINA en los clasificatorios para el Mundial 2026. Un golpe duro para MARQUINHOS, quien utilizó palabras contundentes tras el encuentro. "Para los jugadores, es difícil hablar de arrepentimiento. Es una derrota que duele, especialmente en un clásico como este, en casa. Ahora, es complicado hacer un análisis adecuado. Empezamos muy mal el partido, por debajo de lo que podemos dar, y ellos llegaron con confianza y mucha preparación. Supieron jugar de manera muy inteligente. No supimos cómo aprovechar lo que teníamos que hacer hoy. No es solo culpa del entrenador, sino de todos los jugadores. La responsabilidad es compartida. Creo que lo que hicimos aquí no puede repetirse. Pero, como dije, es muy difícil hablar después del partido. Hay que tener la cabeza fría. Sabemos que los aficionados están tristes por esta derrota y les pedimos realmente que mantengan la calma en este momento. Levantaremos la cabeza y seguiremos trabajando. Trataremos de salir de esta situación complicada. Ellos también han pasado por momentos difíciles antes y han salido adelante. Nosotros, con la fuerza de nuestro grupo y nuestro trabajo, superaremos este momento difícil."
El jugador del PSG añadió: "Creo que en el fútbol no existe una fórmula secreta donde se tomen decisiones y todo funcione. Es muy difícil ahora hablar únicamente de DORIVAL. En el campo vimos que todos podemos hacerlo mucho mejor. Se trata de compartir responsabilidades y analizar las decisiones que debemos tomar. A partir de ahora, necesitamos mejorar significativamente para salir de esta situación. Como grupo, en términos de confianza, debemos fortalecernos. Es fundamental entender el momento, reconocer que no estamos en un nivel alto, que no estamos en nuestra mejor versión. Con tranquilidad, podremos mostrar lo que realmente podemos hacer. Cada uno debe asumir su responsabilidad, sabiendo cómo puede rendir mejor. Y juntos, saldremos de esta situación." MARQUINHOS intentó calmar los ánimos y apaciguar la tempestad tras esta dura derrota.