El Olympique de Marsella ya no encuentra el rumbo. Después de semanas afincado en la segunda posición de la liga francesa, el club marsellés cayó al tercer lugar el sábado por la noche, cediendo su puesto a la AS Mónaco. Los monegascos, tras vencer al OGC Niza (2-1), aprovecharon la debacle del Marsella en el Stade de Reims unas horas antes. A pesar de haber dominado el encuentro con un 80% de posesión y 20 tiros a 7, los hombres de Roberto De Zerbi fueron traicionados por una defensa demasiado frágil.
"Me da la impresión de que hay jugadores que no tienen ganas de ir a la Liga de Campeones, que no quieren pelear por jugar en Europa. Es complicado y no sé qué decir... Hay que cuestionarse cuando hablamos de nuestras aspiraciones. Yo vine al OM para jugar en la Liga de Campeones, hay que mostrar otro rostro. Si hay quienes no tienen esa ambición, que lo digan de inmediato y dejen que otros jueguen", se quejaba Adrien Rabiot ante el micrófono de beIN Sports, mientras el técnico italiano decidía sancionar a sus jugadores.
Más allá de ser una nueva derrota -la cuarta en los últimos cinco partidos del OM- los compañeros de Valentin Rongier, que ahora están bajo la presión del OGC Niza, de Estrasburgo y del Olympique de Lyon, han evidenciado sus limitaciones defensivas. Con una defensa central inédita compuesta por Pol Lirola, poco convincente, Leonardo Balerdi, que fue superado en el primer gol tras permanecer en el campo con una molestia física durante mucho tiempo, y Derek Cornelius, siempre irregular, el club olímpico cedió ante cada ataque del Reims y esta vez no pudo contar con las intervenciones destacadas de Geronimo Rulli. Una inseguridad preocupante antes de iniciar el sprint final.
Hoy, el OM debe lidiar sin Pierre-Emile Højbjerg y Amir Murillo, y los ajustes realizados por Roberto De Zerbi no parecen dar resultados. La situación es clara: en sus últimos tres desplazamientos (Auxerre, PSG, Reims), el Marsella ha encajado 9 goles. Esta cifra es elocuente y simboliza las dificultades que enfrenta el equipo en esta área. Con la octava defensa de la Ligue 1, habiendo recibido 36 goles desde el inicio de la temporada, el club del sur de Francia se encuentra en apuros. Para agravar la situación, el OM también podría verse obligado a prescindir de su capitán, Leonardo Balerdi, hasta el final de la temporada.
Se teme una lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda, y L'Équipe reportó este domingo que la temporada del internacional argentino, interesado por la AS Roma y el Bayern Múnich, está en duda. "Me entristece haber perdido a Balerdi, pesa aún más que la derrota. Espero que se recupere pronto, ya que con Derek Cornelius es el único defensa central que tenemos, puesto que Luiz Felipe también está lesionado (en los isquiotibiales). Le pregunté cómo estaba, y dijo que quería seguir. Además, no tenemos muchos defensores en el banquillo. Sin Balerdi, nos falta un defensor rápido, y eso nos ha costado. Cuando no está, el equipo cambia. A menudo perdemos cuando está ausente", lamentó RDZ al respecto.
Y añadió: "cuatro derrotas en los últimos cinco partidos no es un buen signo. No tenemos mucha suerte porque generamos ocasiones, como la de Gouiri. Luego, encajamos un gol algo tonto cuando la defensa estaba bien posicionada. Eso puede suceder en el fútbol, pero debemos reaccionar con seriedad. Todos queremos estar en la Liga de Campeones. Todos los jugadores quieren jugar la Liga de Campeones con la camiseta del OM. Hay que entender por qué no lo estamos logrando. Estoy preocupado, sí, porque hemos encadenado una cuarta derrota en cinco partidos. Pero siempre he luchado, no hago concesiones". Para seguir soñando con una segunda posición al final de la temporada, la defensa olímpica también deberá evitar cometer errores.