La atribución de la organización de la Copa del Mundo de la FIFA es un proceso altamente estratégico, que combina aspectos deportivos, económicos y diplomáticos. Con la edición de 2034 oficialmente concedida a ARABIA SAUDITA, ahora la mirada se dirige hacia la Copa del Mundo de 2038, cuya selección seguramente generará una competencia feroz entre varias naciones. Ser el anfitrión de este evento deportivo de gran envergadura representa más que un simple honor; es una oportunidad para el desarrollo económico, la modernización de infraestructuras y el posicionamiento internacional. Aunque la FIFA ha mostrado en la historia reciente una preferencia por una rotación continental al asignar su torneo principal, los criterios de selección dependen de múltiples factores, que van desde las capacidades logísticas y organizativas hasta la influencia geopolítica de los candidatos. Algunas naciones, ya bien dotadas de estadios e infraestructuras de transporte, buscarán aprovechar su experiencia, mientras que otras, que provienen de regiones que nunca han sido anfitrionas, podrían presentar proyectos ambiciosos. En este contexto, surgen varias preguntas: ¿cuáles serán los criterios clave para la edición de 2038? ¿Qué países podrían convertirse en favoritos en esta carrera por la organización? ¿Qué implicaciones políticas y económicas podrían influir en la decisión final de la FIFA?
El proceso de candidatura para esta Copa del Mundo 2038 aún no ha comenzado y no se ha publicado información sobre cómo se desarrollará. Organizar la competencia de fútbol más prestigiosa del mundo es un desafío monumental, pero al mismo tiempo una oportunidad única para un país de aumentar su influencia en el escenario internacional, atraer inversiones y fortalecer su infraestructura deportiva y turística. Aunque el proceso oficial de candidatura no ha sido lanzado por la FIFA, varias naciones podrían ya estar preparando sus propuestas en la sombra. Sin embargo, si se mantiene la regla de alternancia entre confederaciones, es probable que solo AMÉRICA DEL NORTE y OCEANÍA sean autorizadas para acoger la mayor competencia futbolística. AMÉRICA DEL SUR, EUROPA y ÁFRICA no podrán postularse debido al acuerdo que estipula la organización de la Copa del Mundo 2030 en MARRUECOS, PORTUGAL y ESPAÑA, con partidos conmemorativos en ARGENTINA, PARAGUAY y URUGUAY, mientras que ASIA será sede de la Copa del Mundo 2034 en ARABIA SAUDITA. Así, las posibilidades se reducen considerablemente, a un momento en que países llevan años esperando su turno. Entre ambiciones nacionales, estrategias de cabildeo y grandes proyectos de infraestructura, la competencia por acoger este evento global apenas comienza.
AUSTRALIA, que ya ha postulado para organizar la Copa del Mundo 2030, sigue perfeccionando su propuesta con la esperanza de un día acoger el fútbol mundial. Sin embargo, enfrenta un gran obstáculo: la Asociación de Fútbol de AUSTRALIA (FFA) es miembro de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) desde 2006, tras haber dejado la Confederación de Fútbol de OCEANÍA (OFC), lo que implicaría dos Copas del Mundo consecutivas organizadas en ASIA por un país de la AFC. AUSTRALIA podría eludir la regla de alternancia en 2038 al co-organizar la Copa del Mundo con NUEVA ZELANDA o con otras naciones de la OFC, al igual que lo hizo para la Copa del Mundo Femenina 2023. Sin embargo, esto parece poco probable a menos que la AFC se divida en dos confederaciones distintas o que AUSTRALIA regrese a la OFC antes de postularse. Además, muchos países de la OFC, a excepción de NUEVA ZELANDA, carecen de recursos para acoger un torneo de tal magnitud, y NUEVA ZELANDA posee muy pocos estadios aprobados por la FIFA. Algunos han sugerido que los anfitriones de la Copa del Mundo de la FIFA 2026 (ESTADOS UNIDOS, CANADÁ y MÉXICO) podrían repetir de forma conjunta o separada, haciendo que MÉXICO se convierta en el primer país en acoger el torneo en cuatro ocasiones, y/o que ESTADOS UNIDOS sea el segundo país en organizar la Copa del Mundo tres veces.
La FIFA nunca ha establecido en su reglamento una obligación formal de alternar los continentes para la asignación de la Copa del Mundo, pero suele priorizar una rotación geográfica para evitar que un mismo continente monopolice el evento. Esto garantiza un equilibrio y promueve el desarrollo del fútbol a nivel global. Sin embargo, hay varias maneras en que una nación puede aspirar a la organización sin respetar esta alternancia. Un país con infraestructuras excepcionales, estabilidad política y un proyecto económicamente viable podría convencer a la FIFA de hacer una excepción. Si un continente debería "recibir" la edición siguiente no presenta un dossier convincente, la FIFA puede mirar a otra región, lo que podría suceder con la OFC. Al igual que con 2030, donde ESPAÑA, PORTUGAL y MARRUECOS hicieron una alianza, podría surgir una pareja AUSTRALIA-NUEVA ZELANDA. Esto casi sucedió en la Copa del Mundo 2034, pero AUSTRALIA retiró su candidatura después de que la FIFA indicara que el torneo probablemente se llevaría a cabo en la región de la AFC o de la OFC. AUSTRALIA, al ver el fuerte apoyo hacia ARABIA SAUDITA, decidió no continuar y dejó al país árabe como único candidato para la Copa del Mundo 2034.
Con más de 270 millones de habitantes, INDONESIA, el país más poblado del sudeste asiático, tiene grandes ambiciones deportivas. En los últimos años, ha presentado varias candidaturas para acoger eventos internacionales, incluyendo la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en 2023, que fue finalmente cancelada debido a la pandemia del Covid-19. Este dinamismo refleja un claro deseo de posicionarse como un lugar de recepción para el fútbol mundial. Si decidiera postularse para la Copa del Mundo 2038, INDONESIA contaría con varias ventajas, aunque también tendría que enfrentar desafíos significativos. El país busca elevar el nivel de su fútbol para competir internacionalmente y, potencialmente, convertirse en anfitrión de la Copa del Mundo. La FIFA ha realizado importantes esfuerzos para seguir de cerca el desarrollo del fútbol indonesio, incluyendo la creación de una oficina en la región asiática y facilitando que jugadores indonesios que desarrollan su carrera en el extranjero representen a su selección nacional. Además, la FIFA ha construido un centro de formación futbolística de nivel internacional con el objetivo de potenciar el talento de los jóvenes futbolistas indonesios. En INDONESIA, el fútbol es uno de los deportes más populares, con una liga nacional (Liga 1) que atrae a un gran número de aficionados y hinchas conocidos por su pasión. Además, el país representa un mercado atractivo para la FIFA, siendo su población joven y entusiasta del fútbol un factor que podría influir en la decisión de otorgarle una Copa del Mundo. INDONESIA, como la mayor economía del sudeste asiático, aspira a convertirse en una de las principales potencias mundiales para 2045.
La organización de la Copa del Mundo podría ser un motor para acelerar la modernización del país, especialmente en lo que respecta a infraestructuras deportivas y de transporte. Una Copa del Mundo en el sudeste asiático, una región en rápido desarrollo, podría resultar interesante para la FIFA, que busca explorar nuevos horizontes. Sin embargo, en este momento INDONESIA no cuenta con suficientes estadios que cumplan las normas de la FIFA para acoger un torneo de esta magnitud. Serían necesarios inversiones masivas para modernizar las infraestructuras existentes y construir nuevos recintos. La FIFA requiere al menos 14 estadios de alta calidad, lo que representaría un desafío logístico y financiero. También es importante destacar que la Asociación de Fútbol de INDONESIA (PSSI) ha enfrentado críticas por su gestión y ha recibido sanciones de la FIFA en el pasado. Asimismo, el fútbol indonesio todavía atraviesa problemas de seguridad, como el trágico evento en el estadio de MALANG en 2022, que dejó 135 muertos. La FIFA podría ser reacia a confiar un torneo importante a un país donde la seguridad siga siendo una preocupación. Además, INDONESIA tiene una temporada de lluvias marcada, lo que podría plantear problemas para la organización del torneo. Las altas temperaturas y la alta humedad en algunas ciudades también serían factores a considerar para el confort de jugadores y aficionados. La Copa del Mundo 2038 está aún lejana y numerosos factores (económicos, políticos, de infraestructura) influirán en su organización. Sin embargo, la historia nos ha mostrado que siempre pueden surgir sorpresas en el proceso de atribución. CHINA y LA INDIA siguen soñando con ser anfitriones, mientras que NIGERIA y GHANA también están haciendo esfuerzos en ÁFRICA. En AMÉRICA DEL SUR, COLOMBIA y CHILE no cesan en su empeño por lograrlo.