Los aficionados de SAINT-ÉTIENNE pueden sentir un profundo pesar tras su derrota ante LENS (0-1), marcada por un penalti fallido y una decisión arbitral controvertida al final del partido. En el minuto 87, OJEDIRAN, jugador del LENS, golpeó con fuerza el rostro de WADJI mientras intentaba disputar un balón aéreo. El árbitro, ROMAIN LISSORGUE, solo mostró una tarjeta amarilla, sin que se consultara la VAR.
La dirección técnica de la arbitraje confirmó que esta decisión fue "claramente errónea". Según su evaluación, el gesto peligroso merecía una expulsión directa y se debió haber solicitado la asistencia del videoarbitraje. Esta jugada pudo haber cambiado el curso del partido para SAINT-ÉTIENNE, que se vio obligado a perseguir el marcador sin beneficiarse de una posible superioridad numérica en los minutos finales.