Al firmar con el OM este invierno, ISMAËL BENNACER era consciente de en qué lugar se encontraba: en un club único donde todo se vive a gran velocidad. Si bien experimentó sus primeras emociones intensas con su primera victoria en el VÉLODROME a mediados de febrero (5-1), el internacional argelino también ha enfrentado situaciones menos positivas. En los últimos días, el vestuario del equipo y su entrenador, ROBERTO DE ZERBI, han sido objeto de revelaciones impactantes por parte de L’Équipe.
Según el periódico, el ambiente tras el partido REIMS - OM (3-1) fue tenso, ya que el italiano habría expresado palabras contundentes hacia algunos jugadores y, incluso, se habría negado a dirigir una sesión de entrenamiento. Estas noticias llegaron en el peor momento para un OM que había perdido en cuatro de sus cinco últimos partidos, aunque afortunadamente consiguió una victoria contra TOULOUSE el fin de semana pasado (3-2), recuperando así su segunda posición. Según BENNACER, esta discusión intensa entre el grupo y el entrenador será sin duda beneficiosa para el futuro.
¿Cómo viví las 48 horas después del partido contra REIMS? No hace mucho que llegué al club, pero me permitió fortalecer aún más los lazos con los demás jugadores. Nos quedamos juntos en el centro de entrenamiento. El entrenador nos pide una sola cosa: darlo todo en el campo y llevar con orgullo el logo, el club y la ciudad. No pide nada más. Cuando no mostramos suficiente deseo en ciertos partidos, él es el primero en afectarse, asegura el argelino a La Provence. Se ríe a menudo con nosotros, pero también sabe enojarse. Tenía razón al hacerlo, porque estar juntos, hablar entre nosotros, revisar el partido y expresar cosas que normalmente no decimos, crea un vínculo adicional. Intentamos resolver cualquier problema que pudiera existir. Todos estamos en el mismo barco y remamos en la misma dirección. Todo estaba claro, pero es bueno expresar lo que pensamos.
Además, aclara que no se sintió molesto por pasar el AÏD con el equipo en lugar de con sus seres queridos, como se había rumoreado recientemente: "No, en absoluto. Ningún jugador se sintió molesto. Pasé el AÏD con el equipo, también fue bien, pero todos estábamos decepcionados por la derrota. Así son las cosas, forma parte del trabajo. Si no estoy disponible para mi profesión... El trabajo es una de las cosas más importantes en mi vida, es mi sustento, no puedo quejarme". Para él, esta discusión intensa con DE ZERBI no fue nada extraordinario. Afirma haber conocido este tipo de gestión con STEFANO PIOLI en el AC MILAN y considera que esa exigencia constante es lo que caracteriza a los grandes clubes. Se necesitará aún más de eso para asegurar la clasificación del OM en la Liga de Campeones la próxima temporada.