Fue uno de los grandes puntos de tensión antes de este partido de ida de cuartos de final entre Arsenal y el Real Madrid: los lanzamientos a pelota parada. Y este peligro, LUIS LLOPIS lo había anticipado a la perfección. Desde el momento del tiro libre previo a la apertura del marcador, el entrenador de porteros del Real saltó del banquillo para advertir a THIBAUT COURTOIS sobre una posible falta enroscada de DECLAN RICE. Gestos claros, casi desesperados, para alertar a su portero belga… pero el resultado no cambió: RICE logró burlar la barrera madrileña, un poco escasa, y abrió el marcador con un disparo perfecto.
Lo sorprendente es que, a pesar de las advertencias y la preparación específica en torno a este peligro, el Real no supo adaptarse. En el segundo tiro libre, nuevamente ejecutado por RICE, la escenografía fue diferente, pero la idea se mantuvo: desorientar a COURTOIS. Una pantalla formada por tres jugadores del Arsenal, con ODEGAARD como señuelo, y otra vez un disparo preciso de RICE, que se coló en la escuadra. El inglés, que no había anotado ningún gol de falta en 339 partidos profesionales, firmó un doblete en jugadas a balón parado, mientras que los Gunners no marcaban de falta desde 2021.